Embellecer - biblioteca - Julia RomanoLa  belleza en el embellecimiento | 2005/06

“Creí antaño que cierto gusto por la belleza me serviría de virtud, inmunizándome contra las solicitaciones demasiado groseras. Pero me engañaba. El catador de belleza termina por encontrarla en todas partes, filón de oro en las venas más innobles, y goza, al tener en sus manos esas obras maestras fragmentarias, manchadas o rotas, un placer de entendido que colecciona a solas una alfarería que otros creen vulgar.” (Yourcenar: 1988; 18)

Estoy convencida de que la belleza se encuentra en donde más se desea y que no se trata de erudición, sino de revisar las cosas con cuidado y con intuición. El tiempo es un factor determinante… la mirada va cambiando a medida que uno crece y conoce…lo interesante es darse cuenta que hoy aquello que observo o realizo es lo más bello que existe.

Tanto en la elaboración de piezas para luego decorar, como en el juego con imágenes que se entremezclan y combinan para convertirse en algo nuevo, existe en mí una fascinación y una conciencia por embellecer, transformar aparentemente, mentir, falsificar, crear artificios. Y allí están mis manos coleccionando alfarería vulgar.

Inducir al cambio, las cosas sólo son bellas porque fueron embellecidas (Danto: 2005; 114). Mi belleza esta cargada de libertad y así vuelvo a la cita de Yourcenar y me alegra pensar que la belleza es un concepto tan de cada uno y que se nos ha engañado: el hombre del pasado nunca se convenció de la existencia de una Belleza Única y en cambio atesoró silenciosamente, por cientos de años, la felicidad de reconocer en él mismo la capacidad de experimentar de manera solitaria (única) aquello tan sublime y que se proponía paradójicamente universal.

Mi proyecto tiene que ver con lo que se ve, lo que se ve de las cosas y en las cosas. La decoración, el diseño de interiores, el exterior, la superficie de las cosas. Organizar, mover, cubrir, cambiar, rellenar, arreglar, engalanar, adornar y finalmente, engañar, falsificar, transformar. Construir, decorar a mi gusto, de acuerdo a mi idea de belleza, de acuerdo a lo que juzgo bello.

Con mi obra llevo a un extremo el interés por el decorado y el arreglo artificial llegando a una actitud manierista en el momento de intervenir, introducir y participar en un espacio dejando una huella, una silueta, un juego de formas y colores.

Una tarea que nace del interés conceptual por la belleza y el gusto como unidades que han ido desapareciendo y volviendo a aparecer a lo largo de los siglos, que en un momento han sido esenciales y en otros rechazadas… ahora las concibo relacionadas con la posibilidad de hacer una rutina de la acción de embellecer, un ejercicio en la creación de apariencias.

Hacer del la decoración una intervención desde el punto de vista artístico, una propuesta conciente. Crear una intención y una forma de enfrentarse a ello. Un nuevo orden, un nuevo aspecto. Trabajar con los espacios reales y fotográficos, lugares que fueron ornamentados concientemente, casualmente, naturalmente. Encontrar en la acción de embellecer un compromiso con lo cotidiano y que tal ejercicio sirva para construir una actitud y estilo de vida.

Mi proyecto artístico pretende incidir en la acción de asir la belleza del mundo y evaluarla bajo mi criterio personal para luego compartirla.

 

Bibliografía

DANTO, Arthur, (2005), Abuso de la belleza, Buenos Aires: Paidós.

YOURCENAR, Margarite (1988), Memorias de Adriano. Buenos Aires: Biblioteca La Nación.