Las series Paisajes Prestados y Estudios sobre el Paisaje (2012/2013) están compuestas por fotografías y collages digitales trabajados en distintas capas. Tomé prestados algunos paisajes pertenecientes a obras pictóricas clásicas como fondo y los intervine con detalles vegetales, frutales y florales, propios de otros paisajes.
Estas series en general constituyen un estudio del paisaje en sí mismo, es la unión de varias representaciones: la campiña inglesa de Thomas Gainsborough, la española de Carlos De Haes y las ruinas italianas y sus alrededores de la obra de Claudio de Lorena. Mi obra se desarrolla interviniendo las pinturas de estos autores, con fotografías de plantas, árboles, cielos y aguas oriundas de paisajes latinoamericanos (Argentina, Méjico y Brasil).
Mi intención, generando esta trompe d´oeil y esta convergencia, es acentuar la idea de que el paisaje, en realidad, se construye a medida que lo observamos. No existe previamente sino en la imagen que se proyecta ante nosotros cada vez que volteamos a mirarlo. Nuestra mirada cargada de sensaciones, sentimientos e historia, es la que lo genera. Así, el afuera se transforma y evoluciona a medida que nos movemos, crecemos, vivimos.
Vemos por la ventana y estamos armando un paisaje hecho con piezas de otros lugares, de otras épocas, otros recuerdos, otros deseos.
Antes del 1600 la cultura occidental no conocía el paisaje, no podía nombrarlo, no podía concebirlo desinteresadamente. Por eso quizás el paisaje sobrevive sólo porque el arte lo ha representado. Alain Roger en su libro Breve tratado del paisaje cita a Oscar Wilde cuando decía que los Impresionistas fueron los primeros en representar en sus telas la niebla londinense, y fue en ese momento cuando los ingleses empezaron a notarla en el aire a pesar de que siempre había estado allí. Seguramente somos capaces de percibir la belleza de los campos sembrados –y dejar de pensar en el beneficio económico que puedan significar-, porque los Románticos los representaron en sus pinturas con admirable destreza y sin una razón aparente.
El paisaje no es sino un territorio visto con ojos románticos.
Mi obra es otra posibilidad de paisaje, donde todo lo que sabíamos de él aparece reinventado.
Un paisaje construido a la medida de mi mirada contemporánea de la realidad. Una mirada llena de promesas.
Julia Romano
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The images that make up the series Borrowed Landscapes and Landscape Studies are photographs and digital collages worked at different layers where the background of a landscape –borrowed from classic paintings- is intervened with details of vegetation, fruits or flowers brought from other landscapes.
The work is a study on landscape itself. The English countryside represented by Gainsborough on his paintings, has been replaced/ altered/ intervened with plants, trees and waters coming from latinamerican landscapes (Cordoba, Florianópolis, Manaos, Oaxaca, Tulúm, Villa Warcalde, Villa María). The aim to generate this tramp l’oeil is to emphasize the fact that landscape is created as we observe it; it does not exist before our observing. It exists on the image that appears in front of us each time we turn to look at it.
Maybe landscape survives only because it has been represented by art. I wonder if it is possible for us to perceive it because the Romantics taught us through their paintings the fresh darkness of the forest, the movement of the sea and that sowed fields are not just food. Or if because the impressionists show us the color of the air, the London mist and that water reflects its surroundings…
The act of creation comes from observation. It is at that moment when things start to appear before our eyes.
Art is disclosure.
My work is another possibility of landscape where everything known about it is reinvented. A landscape answering to my contemporary view of reality. A look full of promises.